Tribulaciones de un fariseo, de Álvaro Chanona
Escribir
y publicar un libro es siempre una odisea. Quizás para algunos escritores se
trate de un viaje placentero y sin escalas, pero es un hecho que para muchos
otros significa una travesía plagada de dudas, nervios, insomnios, lágrimas y
risas. Tal es el caso del libro que esta noche nos convoca. Tribulaciones de un fariseo, de Álvaro
Baltazar Chanona Yza, es un poemario que desde su origen enfrentó serios
problemas, al grado de que el autor llegó a considerarlo un libro maldito.
Y
cómo no habría de pensarlo de esa manera, si independientemente de que la
guerra, la religión y la enfermedad eran sus temas principales, el mundo estaba
en contra de su nacimiento. Afortunadamente, poco a poco los nudos fueron desenredándose
y permitieron al barco zarpar. El libro está formado por cuatro poemas capitulares:
Los muros cansados de Alepo, Shoah, Tribulaciones de un fariseo y Singladura.
Los muros cansados de Alepo
alude a la guerra de Siria, al sufrimiento bestial que vivió la infancia de ese
país con la guerra que inició en 2011, pero que forma parte de un conflicto de
origen milenario en Medio Oriente. El autor presta su voz a los niños de la
guerra y sus familias, colocando al lector en la zona de bombardeos que atentan
contra el derecho básico a la vida y los pilares del Islam. La orfandad es la
recompensa del verdugo y el dolor de muchos hombres como Humaid, quien sin
haber tomado nunca partido en el conflicto carga con el peso de unas hijas
inválidas.
Recordamos
el caso de Aylan Kurdi, el niño de tres años de edad que en 2015 apareció
muerto en una playa de Turquía, al igual que su madre Rehan y su hermano Galip,
de cinco años, con quienes escapaba rumbo a Grecia:
[…] Sus pulmones se han inundado de algas
de pequeños peces que nadaban felices
lejos de la guerra
en este cementerio de balsas
inflables
en que se ha convertido el
mediterráneo [...]
Shoah, el segundo
capítulo, está dedicado a las víctimas del Holocausto. Aborda los crímenes de
lesa humanidad que cometieron los nazis contra los judíos durante la Segunda
Guerra Mundial. Hombres, mujeres, niños y niñas avanzan hacia el crematorio y
sus almas se funden con los espíritus de judíos bíblicos como Caín, Elías,
Isaac ─hijo
único de Abraham─, Moisés
y Jesucristo.
Poemas
que son la ventana a un pasado que nunca debió existir. Atestiguamos la
maternidad en los campos de exterminio y los tesoros de Auschwitz Birkenau:
siete toneladas de cabello, cuarenta mil pares de zapatos, espejuelos de
platino, dientes de oro, aretes de perlas y diamantes… La hija de Jefté vomita
lo que no ha comido antes de subir al cielo convertida en humo. Vemos, también,
la morbosa ociosidad del doctor Mengele mientras escuchamos el llanto amargo de
Dios.
Me cubro con algunos
cadáveres que se parecen a mí
para no tener frío
para no tener miedo
de ser descubierto
por los binoculares
del último führer
por los guardias de Eichmann
y las ráfagas furiosas
de las ametralladoras
[…]
Tribulaciones de un fariseo,
el tercer capítulo, aborda la experiencia personal de Álvaro Chanona, notable
cirujano, quien tuvo que esperar 30 meses la oportunidad de ser operado de cáncer.
Él ha explicado que antes de escribir estos poemas se rebeló contra Dios al
cuestionarle “por qué yo, si soy tu compañero, tu aliado en el quirófano, y
hemos salvado juntos muchas vidas”. Entonces otra voz interna le contestó “por
qué no, si no vives en el Olimpo, no eres un dios, ni un hijo predilecto, sino
un ser humano común y corriente”.
De
aquel desesperante diálogo interno surgen los nueve poemas de este apartado. En
ellos interviene la duda sobre la eficacia de la confesión, pedir perdón, los
motivos de las promesas y los sacrificios que realizamos con tal de ser
aceptados por nuestra madre, nuestro Dios y nuestra gente. Los temores
relacionados con el futuro también se hacen presentes:
[…]
Tengo miedo
de no saber qué hacer
con lo que resta de mi vida
en posición fetal
espero caer sobre mí
el puño cerrado y furioso
del mundo […]
Singladura,
el cuarto y último capítulo, recrea el viaje de las ballenas desde el Mar de
Chukchi (Rusia y EUA) hasta la laguna Ojo de Liebre (BCS), a donde van a parir
a sus crías. El término se refiere a la distancia que recorre una embarcación
en un periodo de 24 horas. Aborda la experiencia que Álvaro vivió cuando
trabajó en un cañonero de la Marina Armada de México. Ahí vio lo que hacían las
ballenas y sus ballenatos durante su entrada a la Bahía de Sebastián Vizcaíno y
posterior trayecto hacia Guerrero Negro y otras costas de Baja California.
Pero
el poeta no sólo interpreta el movimiento de las ballenas, sino que éstas le otorgan
su mirada y le revelan los secretos de la costa y el océano. En las
reinterpretaciones poéticas de la naturaleza y la bestialidad humana, aparecen
con hermosa nitidez el tiburón, la orca asesina, la tortuga laúd, un cementerio
de focas y caribúes y la vía láctea expulsada en el calostro del mamífero
marino.
[…]
los cetáceos van a hacer el amor
van a reírse a carcajadas después de
la cópula
sin ningún equipaje
van a alumbrar
sin saberlo
van a burlarse de la vida
y de sus asesinos…
Después
de haber sido testigo de la creación y evolución de estos poemas y su travesía
hasta llegar a ser publicados en esta bella edición de Cisnegro Lectores de
alto riesgo (México, 2022), considero que Tribulaciones
de un fariseo es el mejor libro de Álvaro Chanona. Su poesía reflexiva,
melancólica y elegante nos motiva a la investigación y el conocimiento de la
espiritualidad y la crueldad humanas.
Felicito
al editor y poeta Andrés Cisneros por su hospitalidad literaria y buen gusto, y
agradezco infinitamente a mi gran amigo Álvaro el haberme dedicado este
maravilloso poemario.
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